PROCLAMA DEL IXº ENCUENTRO
LATINOAMERICANO Y CARIBEÑO DE
CEBs
San Pedro Sula, Honduras, el 16 al 21 de junio del
2012.
“De lo más profundo de todo aquel que crea en mí
brotarán ríos de agua viva”
(Juan 7,38).
En el contexto del 50º aniversario del inicio del
Concilio Vaticano II, de los 44 años de la 2ª conferencia Episcopal
latinoamericana de Medellín, desde San Pedro Sula, Honduras, los 180
participantes en el IX Encuentro latinoamericano y caribeño de las Comunidades
Eclesiales de Base, enviamos un saludo fraterno a las hermanas y hermanos de
los 17 países de América Latina y del Caribe, de EEUU y Filipinas,
representados en este Encuentro.
Con gran preocupación nos hemos dado cuenta que en
nuestros países continúa dominando el sistema
neoliberal autoritario que expande la criminalidad, la desigualdad
económica y social; destruyendo la vida de millones de personas y la creación.
Que son países productores y consumidores de droga, en los que el crimen
organizado crea inseguridad creciente y ha llegado a controlar territorios.
Viven el problema de la migración. Hay un deterioro creciente del medio
ambiente, por la explotación irracional de los recursos naturales. Sin embargo,
los movimientos sociales emergentes
y, en algunos lugares, la misma Sociedad
civil están presionando para que esta situación cambie y crean propuestas
alternativas.
Ante esta realidad de muerte, nos anima la esperanza
en una sociedad que defienda y promueva la vida digna y que ya se hace realidad en hechos pequeños o
grandes articulados. Jesús es el Agua que se convierte en nuestro interior en
un manantial de Agua viva (Cf. Juan 4, 14). Las Comunidades Eclesiales de Base son la fuente de la cual brota el
Agua viva. Ellas, como el Agua, dan vida, son fuentes de energía para enfrentar
las dificultades que se presentan en el cumplimiento de la tarea de contribuir
para que el Reino de Dios acontezca ya desde este mundo; ellas, como el agua,
son discretas, no se hacen notar, pero están presentes, acumulan fuerza y purifican.
Las CEBs tienen su raíz en Jesús, el Evangelio de la Vida.
Como Él, viven y sienten el dolor de los empobrecidos; como Él, anuncian la
buena nueva a los pobres, la liberación a los oprimidos, dan luz a los ciegos y
anuncian el año de Gracia del Señor (Cf. Lucas 4, 18-19). Como él, las CEBs
sanan a los enfermos, hacen caminar a los paralíticos, hacen oír el clamor de
los pobres, resucitan a los que tienen muerta la esperanza (Cf. Mateo 9,35-36).
Ellas unen la fe con la vida, porque son lugar de
encuentro con Dios y con los hermanos y hermanas, de encuentro con el perdón de
Dios y donde se comparten el Pan de la Palabra, de la Eucaristía y el pan que
nos hermana; en ellas se vive y profundiza la espiritualidad de Jesús y su
propuesta del su Reino y la mística. Buscan incidir en la economía del mercado
total con la gratuidad, en la exclusión con la proximidad y en la corrupción
con la ética de la honestidad y del servicio.
Ellas son expresión del proyecto comunitario de Jesús,
que se esfuerzan por vivir su identidad de Iglesia, ahí donde el Pueblo se
juega la vida. Son Comunidades ecológicas que, por ser comunidad y por no tener
hambre de Oro sino de Pan, se esfuerzan por convertir este modelo de desarrollo
basado en el hambre de oro, de explotación de la persona humana y de la
naturaleza, en un modelo fundado en la dignidad de la persona y en el amor.
El relanzamiento
que iniciamos hace 4 años en el VIIIº Encuentro en Santa Cruz de la Sierra, en
Bolivia, ha tenido resultados positivos en la formación, en la articulación, en
la reanimación de las CEBs, que se habían perdido o estaban en las catacumbas y
en la apertura y participación en luchas y movimientos sociales. Vemos conveniente, para los próximos cuatro
años, el fortalecimiento y la consolidación de estos logros.
La presencia y participación de los jóvenes en este IXº Encuentro han sido
muy significativas y esperanzadoras, y son una interpelación a nuestro caminar.
De igual forma, la participación de calidad y más propositiva de la mujer ha sido notable. Nuestra espiritualidad
se enriqueció con los momentos de oración enraizada en la pluriculturalidad de
nuestros pueblos, que nos coloca ante el desafío de una propuesta
evangelizadora intercultural.
Reasumimos en este Encuentro el Relanzamiento de las CEBs
en una nueva etapa y asumimos como compromisos en relación con la ecología, la
articulación con el bien vivir, la migración, el fortalecimiento de las CEBs y
la promoción de los jóvenes.
Queremos terminar esta proclama rogando al Padre-Madre
de todos y todas, a Jesús, el fundamento de nuestras Iglesias, y al Espíritu,
nuestra fortaleza:
“Padre, no
queremos que el viento sople más fuerte en nuestras casas
y apague la vela
de la esperanza en un futuro cada vez más incierto;
queremos el fuego
fuerte de tu Espíritu, que siempre venza.
No queremos seguir
trabajando de sol a sol, para que el amo se quede con nuestro sudor,
con nuestra
comida, con nuestro dinero, con nuestro esfuerzo.
Queremos dignidad
para luchar por lo nuestro.
Seguiremos
clamando que Tú ves el sufrimiento de tus hijos e hijas
y que has bajado
para liberarlos.
Tu cuerpo, nuestro
cuerpo, Señor Jesús, ha de tener los ojos profundos, imperturbables,
serenos,
acusadores y consoladores de Oscar Romero (obispo de San Salvador, + 1980).
Tu cuerpo, nuestro
cuerpo, ha de ser radicalmente fiel como Francisco de Asís (Italia).
Tu cuerpo, nuestro
cuerpo, pretende ser incansable y fuerte,
como lo fue fray
Bartolomé de Las Casas (en México).
Tu cuerpo, nuestro
cuerpo, ha de ser cercano
como lo fue con
los indígenas (ecuatorianos) monseñor Leónidas Proaño.
Tu cuerpo, nuestro
cuerpo, ha de exhalar el hambre de verdad,
que desprendía monseñor
Gerardi (Juan, Guatemala).
Tu cuerpo, nuestro
cuerpo, ha de ser testimonio firme y consecuente
como lo fue el
obispo (argentino Enrique) Angelelli” [1].
Señora de la esperanza, sostén el ritmo de nuestra
espera en el Reino que ya despunta en nuestra América Latina.
LOS PARTICIPANTES
AL IXº ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE CEBs.
[1] RODRIGUEZ
MARTIN J. R. Cuerpo humano, Lectura martirial de 1 Corintios 12,12: www.servicioskoinonia/org/martirologio/textos/cuerpo.htm
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